lunes, 18 de diciembre de 2017

LA FELICIDAD, UN INDICADOR PARA EL MEJORAMIENTO SOCIAL.

Existen diversos indicadores que pueden darnos una idea sobre la economía, la calidad de la educación o el mismo nivel de transparencia de cada estado. Pero en relación al mejoramiento social ¿como conocer que tan feliz es un país?
"La felicidad, una propuesta social en la reconstrucción del degradado concepto de 
desarrollo"


La felicidad bruta nacional (FBN) o felicidad bruta interna (FBI) es un indicador que mide la calidad de vida en términos más holísticos y sociológicos que el producto bruto interno (PBI). Mientras que los modelos económicos convencionales observan el crecimiento económico como objetivo principal, el concepto de FBN se basa en la premisa que el verdadero desarrollo de la sociedad humana se encuentra en la complementación y refuerzo mutuo del desarrollo material y espiritual. 


*Debe señalarse que uno de los primeros en crear alternativas que ayudaran a observar el nivel de felicidad de un pueblo fue el Rey de Bután, Cuarto Rey del Dragón, que en 1972 introdujo el concepto de Felicidad Bruta Nacional. Bután es un pequeño país ubicado en el Sur de Asia en el borde este de los Himalayas limitando en el sureste y oeste por la República de la India y en el norte por la República Popular China. 

GNH FNB. Economía de la felicidad. 


Ese Rey Jigme Singye Wangchuck expulsó del cargo a su predecesor, que era su padre, y abrió a Bután a la edad de la modernidad, entendida como la construcción de una economía al servicio de una cultura basada en los valores espirituales budistas. Así fue como se generó el indicador de la Felicidad Bruta Nacional (Gross National Happiness GNH), como una alternativa válida al PIB. El supuesto básico para este indicador era que los desarrollos beneficiosos para la sociedad humana se producen cuando el desarrollo  material y el desarrollo espiritual tienen lugar en forma conjunta y de ese modo se complementan y refuerzan mutuamente. 

Los cuatro pilares del GNH fueron:
1. La promoción del desarrollo sustentable, 
2. La preservación y promoción de los valores culturales,
3. La conservación del medioambiente natural, y
4. El establecimiento de una buena gobernanza.


Dichos indicadores son cualitativos y se desarrollan a través de un cuestionario que responderán los ciudadanos butaneses cada dos años. La primera encuesta se realizó entre diciembre de 2007 y marzo de 2008. Un total de 950 ciudadanos de todo el país respondieron a un cuestionario con 180 preguntas agrupadas en nueve dimensiones:
  • 1. Bienestar psicológico.
  • 2. Uso del tiempo.
  • 3. Vitalidad de la comunidad.
  • 4. Cultura.
  • 5. Salud.
  • 6. Educación.
  • 7. Diversidad medioambiental.
  • 8. Nivel de vida.
  • 9. Gobierno.
Éstas son algunas preguntas del cuestionario: “Definiría su vida como: a) Muy estresante, b) Algo estresante, c) Nada estresante, d) No lo sé“. “¿Ha perdido mucho sueño por sus preocupaciones?“. “¿Ha percibido cambios en el último año en el diseño arquitectónico de las casas de Bután?“. “¿En su opinión, cómo de independientes son nuestros tribunales?“. “¿En el último mes, con qué frecuencia socializó con sus vecinos?”. “¿Cuenta usted cuentos tradicionales a sus hijos?“.

Países mas felices según el Happinnes Index 2012

Pero ¿Es suficiente con materializar la felicidad como un indicador mas de desarrollo? ¿De que tipo de desarrollo seguimos hablando? ¿Tiene en la actualidad la felicidad una dimensión social igual de prioritaria que el desarrollo individual? Son preguntas que nos ayudan a seguir reflexionando y que deberían ser prioritarias antes de iniciar cualquier acción política. Por ultimo a modo de conclusión ¿por que la escuela no enseña directamente a ser felices a sus alumnos y alumnas? ¿Por que ningún partido político nombra la felicidad como objetivo de prioridad social? ¿Por que como ciudadanía no vemos la necesidad de reivindicar y exigir la felicidad como derecho?


*PROGRESO SOCIAL, CRECIMIENTO Y BIENESTAR. Luisa Montuschi


domingo, 3 de diciembre de 2017

LA GENTRIFICACIÓN, EL BUEN ROLLO AL SERVICIO DE LA EXCLUSIÓN CULTURAL Y URBANA

Según Ma. Alba Sargatal la gentrificación está caracterizada por la ocupación residencial de los centros urbanos por parte de las clases altas, que se trasladan a vivir a dichas zonas y desplazan así a los habitantes de menores ingresos económicos que las ocupan. También podríamos considerar a dicho proceso como un fenómeno por el cual la población de un barrio céntrico pero deprimido o de alguna zona popular de la ciudad que sufre cierto deterioro es desplazada y sustituida por grupos de población con mayor nivel adquisitivo. Dichos espacios se aburguesan y se renuevan hasta convertirse en barrios de moda. 



Barrio San Francisco. Bilbao, en la celebración de Arroces del Mundo


Mural del Raval. Barcelona


Calle de Lavapies. Madrid


Mercadillo Turco en Kreuzberg. Berlin

Dicha Gentrificación se puede visibilizar en los cascos urbanos de ciudades como Berlín en el Kreuzberg, Barcelona en el Raval, Madrid en Lavapies o Bilbao en San Francisco en donde coincide con el asentamiento urbano de personas de origen diverso, la cual empieza a ocupar y dar vida a núcleos urbanos, marginados por las propias politicas urbanas o sociales. Cabe indicar que antes del proceso de gentrificación se genera  una desfragmentación ciudadana, que invita a querer ver a estos barrios como zonas negativas, "guetizadas", inseguras y que urgen desde la mirada de las politicas mercantilistas, un barrido de imagen que se convierta en oportunidad de especulación inmobiliaria. 


De esta manera se generan presiones politicas que invitan a recalificar predios urbanos, con el fin de encarecer la vida de quienes viven en estas zonas. Se reconstruyen edificios, se hace llamamiento a nuevos emprendedores a ocupar la zona, se intenta hacer un lavado de cara sin consultar a la población que habita la zona. Dejando de lado los problemas reales de las personas que conviven en la zona. Dicho proceso finaliza con la presión hacia  las personas, en su mayoría de origen diverso a someterse a procesos de aculturación hacia la cultura hegemonica o mayoritaria de la zona, dejando de lado su cosmovisión, su identidad. Queriendo con esto desechar la oportunidad de lograr que la diversidad se transforme como valor positivo en las sociedades contemporaneas.

¿Se resistirá Berlin, Barcelona, Madrid o Bilbao a la gentrificación? ¿Por qué hace falta que un conjunto de personas con poder adquisitivo se trasladen a determinados barrios para mejorar los servicios o el aspecto de una zona? ¿Es suficiente con el buen rollo u ofrecer oportunidades urbanísticas a grupos de yupis, hipster, intelectuales, artistas o nuevos ricos para solucionar los problemas reales de una comunidad?


Bibliografía: 
-Sargatal, M. A. (2001). Gentrificación e inmigración en los centros históricos: el caso del barrio del Raval en Barcelona. Scripta Nova. Revista Electrónica de Geografía y Ciencias Sociales94, 1-16.